Durante más de tres años, el hondureño Enil Edil Mejía Zúniga, conocido como “Chino”, lideró una compleja red de tráfico de migrantes.
Su organización facilitó el traslado ilegal de miles de personas provenientes de tres continentes hacia Estados Unidos, consolidándose como una operación internacional de gran escala.
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San Antonio, Texas, fue el centro desde donde Mejía Zúniga coordinaba sus actividades ilícitas.
A pesar de residir de manera irregular, manejaba una estructura criminal que abarcaba múltiples países y que involucraba una logística detallada para mover a los migrantes de forma clandestina.
La justicia estadounidense condenó a Mejía Zúniga a 10 años de prisión por su papel como cabecilla de esta red.
Su operación movilizó entre 2,500 y 3,000 personas desde naciones como Afganistán, Yemen, Egipto, India, Pakistán y Colombia, apoyándose en facilitadores internacionales y sofisticados movimientos financieros a través de bancos y plataformas de transferencia.
Desarticulan red de tráfico de migrantes liderada por un hondureño
La red transnacional dirigida por hondureños operó entre noviembre de 2020 y marzo de 2023, facilitando el tráfico ilegal de migrantes desde Sudamérica y Centroamérica hacia Estados Unidos. Eagle Pass, Texas, fue el principal punto de ingreso en esta operación criminal.
Un intermediario en Brasil conectaba a los migrantes con Mejía Zúniga, quien coordinaba el cruce fronterizo a través del Río Grande con “coyotes” armados y vehículos especializados.
En San Antonio, la red alojaba a los migrantes en lugares clandestinos mientras organizaba sus siguientes traslados.

La red cobraba entre 6,500 y 20,000 dólares por persona, generando millones de dólares en ganancias. Las autoridades descubrieron evidencia clave como libros contables, transferencias y documentos falsos.
Esta información permitió lanzar la Operación Marea Roja, que desmanteló la organización.
Condenas y capturas clave en red de tráfico de migrantes liderada por hondureños
Enil Edil Mejía Zúniga, conocido como “Chino”, no fue el único sentenciado por la red de tráfico de migrantes.
Otros implicados, como Mónica Hernández Palma (México), Allyson Álvarez Zúniga (Honduras) y Genyi Arguenta Flores (Comayagua, Honduras), también enfrentan cargos. Un miembro clave sigue detenido en México, a la espera de ser extraditado.
Mejía Zúniga recibió una condena de 10 años de prisión, una multa de 4,500 dólares y tres años de libertad supervisada. Su captura fue posible gracias a la Fuerza de Tarea Conjunta Alfa (JTFA), que ha liderado más de 390 arrestos en América Latina y se enfoca en desmantelar redes de tráfico humano como esta.
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