La influencer Stacey Hatfield falleció a los 30 años tras un complicado parto en su hogar en Melbourne, Australia. La llegada de su primer hijo, Axel, se convirtió en una tragedia que conmocionó a su comunidad y encendió alertas sobre los riesgos de los partos en casa sin supervisión médica profesional.
El nacimiento ocurrió el 29 de septiembre, y aunque el bebé se encuentra sano, Stacey sufrió complicaciones graves. Su muerte generó preguntas inmediatas sobre lo que realmente ocurrió y la razón detrás de su repentina pérdida.
Ahora, dos meses después, el Tribunal Forense de Victoria reveló información clave sobre el suceso. La influencer murió debido a una hemorragia posparto que no pudo ser controlada a tiempo, incluso tras su traslado a un hospital cercano.
La decisión de tener un parto en casa y trágica consecuencia
Según medios internacionales, Stacey evitó la atención hospitalaria por su desacuerdo con los mandatos de vacunación contra covid-19 de 2021. Esto la llevó a planear un parto en casa, asistida únicamente por su esposo, Nathan Warnecke, y una trabajadora identificada como Emily Lal, actualmente bajo investigación.
El bebé nació saludable, pero Stacey presentó complicaciones graves durante el alumbramiento. Fue trasladada al Hospital Frankston, donde el personal médico realizó múltiples procedimientos de emergencia para intentar salvarla.
A pesar de los esfuerzos, sufrió varios paros cardíacos y la hemorragia masiva resultó fatal. El hospital agotó completamente las reservas de su tipo de sangre, lo que hizo imposible revertir la pérdida, sellando así la tragedia que marcó la vida de la influencer y su familia.
Sin embargo, el caso de la influencer se ha viralizado en redes sociales, donde los usuarios se muestran conmocionados y han generado un intenso debate sobre los riesgos de este tipo de partos.
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