Joaquín López-Dóriga abrió un capítulo poco conocido de su vida al compartir con su hija María José un momento difícil que vivió años atrás: el diagnóstico de cáncer de colon.
En una charla íntima, el reconocido periodista relató cómo comenzó a sentir molestias mientras cumplía con su trabajo en una cobertura en Oaxaca, en 1993.
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Joaquín López-Dóriga y su diagnóstico de Cáncer
“Yo tenía unas molestias aquí…”, dijo tocándose la parte superior del abdomen. “Cubría como reportero las giras del presidente Salinas y me dolía, le decía a un médico que iba con los reporteros del Estado Mayor: ‘Me duele, dame algo para quitarme el dolor’… ahí me la iba yo llevando…”, confesó.
La situación se complicó en un viaje de trabajo, donde las molestias crecieron y Joaquín tuvo que enfrentar una dura realidad.
Tras varias horas de esfuerzo, llegó el momento de descansar en su habitación de hotel. Fue ahí cuando un amigo cercano escuchó sus quejas mientras dormía y decidió alertar a su familia.
“Me habla tu mamá y me dice: ‘Mañana voy por ti porque ya te tengo una cita en el hospital’. Resulta que Fidel Samaniego, mi inolvidable compadre, le habló (le dice): ‘Mira, estamos en cuartos separados y yo oí a Joaquín, desde mi cuarto, en la noche, quejarse dormido, algo no está bien…”, contó.
Gracias a la rapidez de su esposa y la alerta oportuna de su amigo, López Dóriga pudo recibir atención médica inmediata. Este episodio marcó un antes y un después en su vida. “Cuando recibes un diagnóstico así, todo cambia”, expresó con sinceridad.
Hoy, años después, el periodista recuerda aquella etapa con la fortaleza que le dio superar el cáncer y con la certeza de que el apoyo de su familia fue fundamental.
“No fue fácil, pero con ellos todo fue posible”, afirmó. Esta confesión cercana de Joaquín López Dóriga muestra un lado humano y vulnerable de un hombre que muchos solo conocen en la pantalla, pero que también ha enfrentado grandes batallas personales.