El testimonio de la periodista chilena Andrea Rosa del Pino encendió alarmas en redes luego de narrar en Instagram cómo un procedimiento estético en Madrid la dejó en una situación crítica y expuso la fragilidad con la que operan algunas clínicas que presumen prestigio.
Andrea explicó que buscó una intervención que prometía reducir medidas sin dolor y que aceptó porque confiaba en la reputación del lugar, pero el proceso avanzó de forma irregular desde los primeros minutos y su cuerpo reaccionó con dolor intenso, fiebre y mareos que la llevaron al borde de un colapso.
Andrea Rosa del Pino en condiciones delicadas tras cirugías
Aseguró que la clínica no pidió ayuda médica ni activó protocolos básicos y que una enfermera la envió a casa en un taxi cuando todavía sangraba y se encontraba desorientada, algo que generó indignación entre sus seguidores por la falta de profesionalismo mostrada.
Contó que sus amigas se preocuparon al no recibir noticias y que llegaron a su vivienda para auxiliarla cuando ya tenía dificultades para mantenerse en pie.
Ellas la trasladaron al Hospital Gregorio Marañón, donde los médicos identificaron un cuadro severo que necesitaba atención inmediata y que requería estabilizarla cuanto antes.
Andrea relató que, por trámites administrativos, tuvo que volver a la misma clínica para completar el drenaje del líquido acumulado y que ese momento se convirtió en la parte más difícil de todo el proceso porque se sentía débil y no tenía garantías de un manejo adecuado.
También agradeció a sus amigas por acompañarla en el hospital y por mantenerse atentas durante toda la noche mientras recuperaba la fuerza necesaria para continuar con su tratamiento.
Dijo que ellas se convirtieron en un apoyo determinante y que le recordaron que no debía minimizar señales de alerta cuando su salud estaba en juego.
Hoy permanece en casa con cuidados especiales y señaló que continúa con vendajes y drenajes, aunque está enfocada en mejorar y en no repetir decisiones que puedan ponerla en riesgo.
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