En los aeropuertos de Estados Unidos, los agentes del CBP, Customs and Border Protection, se mantienen atentos a cada detalle, su labor consiste en verificar que los viajeros porten una visa válida, legible y en buenas condiciones. Este proceso no distingue nacionalidades; todos deben cumplir con los requisitos establecidos.

Tener una visa estadounidense no es suficiente si el documento está dañado o alterado, aunque esté vigente, cualquier deterioro puede ser motivo para negar el ingreso al país, por eso, las autoridades recomiendan cuidarla como un documento oficial y personal.

La duración de una visa puede alcanzar hasta los diez años, según el tipo otorgado. Sin embargo, su vigencia no garantiza el acceso si presenta fallas visibles o errores, mantenerla en buen estado y usarla correctamente es clave para evitar contratiempos migratorios.

CBP advierte: una visa dañada puede ser motivo de cancelación inmediata

Guardar la visa en una billetera ajustada o dejarla expuesta a la humedad puede dañarla sin que lo notes. Rayones, dobleces o bordes desgastados afectan la lectura del documento en los sistemas migratorios.

Estos detalles, aunque parezcan mínimos, pueden poner en riesgo tu entrada a Estados Unidos. Desde el Departamento de Seguridad Nacional advierten que una visa dañada, aunque esté vigente, no es válida.

Si los sensores no logran leerla correctamente, los oficiales pueden cancelarla en ese mismo instante. Esto implica que deberás comenzar el proceso desde cero, cumpliendo todos los requisitos de nuevo.

Por eso, el CBP insiste en que los viajeros cuiden su visa con especial atención en su estado físico. No la guardes en lugares que la doblen, evítale líquidos, y no la manipules con objetos punzantes. Un mal estado podría incluso llevar a una advertencia o a la negación de ingreso al país.

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