Ubicar un cactus en la entrada principal puede parecer una simple decisión estética. Sin embargo, el Feng Shui, la antigua filosofía china de armonización de espacios, tiene una lectura más profunda sobre esta planta espinosa y su efecto en la energía del hogar.

Según el Feng Shui, cada objeto en casa influye en el flujo de energía vital o chi.

En este marco, las plantas cumplen un rol fundamental, aunque no todas aportan el mismo tipo de vibración.

El cactus, caracterizado por sus espinas y su capacidad de adaptarse a entornos hostiles, tiene un simbolismo dual.

Por un lado, se le atribuyen propiedades protectoras. Colocar un cactus en la entrada de la casa funciona como un escudo que bloquea las energías negativas provenientes del exterior, mientras filtra y permite el paso de las positivas.

Sus espinas, en este sentido, actúan como una defensa energética.

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Por qué no se recomienda tener cactus dentro del hogar

A pesar de su efecto protector en exteriores, el Feng Shui desaconseja tener cactus en el interior de la vivienda, especialmente en espacios de convivencia como la sala, el comedor o los dormitorios.

Las espinas del cactus pueden generar un ambiente de tensión, conflicto o estrés, ya que interrumpen la circulación natural del chi.

Además, no todos los cactus son iguales. Se recomienda optar por especies de líneas suaves, con espinas menos agresivas y, preferiblemente, con flores.

También es esencial que estén sanos, limpios y bien cuidados, ya que una planta descuidada puede atraer energía estancada o incluso negativa.

Conclusión: cactus sí, pero con precaución

En resumen, según el Feng Shui, sí se puede colocar un cactus en la entrada de la casa, siempre que esté en buen estado y se ubique fuera del hogar.

Esta planta puede actuar como un potente guardián energético, pero mal ubicada podría alterar la armonía interna del espacio.

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